Sin lugar a dudas, el principal sector de nuestro Estado de Bienestar que se ha visto afectado directamente por los estragos provocados por la pandemia de la COVID-19 ha sido el sector sanitario, tanto público como privado. La crisis sanitaria, humanitaria y económica desencadenada por el coronavirus ha servido para dejar al descubierto algunas de las debilidades padecidas por nuestro sistema sanitario, sirviendo no obstante también para destacar sus numerosas fortalezas y, en particular, para reconocer la admirable labor desempeñada por el conjunto del personal sanitario.